Al principio de todo lo nombraron Ometeotl "Dios dos".
"Dios Dos" se llamaba el principio de todo
y se imaginaba piedra
y se intuía noche y viento
y se sabía cerca,
inmediato.
Después fueron dos.
Y se dejaron ver,
así nomás,
inventándose a sí mismos
para que los adoptaran
y los coronaran Madre y Padre de los dioses,
Señor y Señora del maíz.
Friday, 27 May 2011
Tuesday, 17 May 2011
Songkram, Año nuevo budista en Tailandia
Año nuevo de agua, año nuevo de tierra. Año nuevo que se acerca en los mercados, con las telas de flores, con las vasijas de color plata y los perfumes de aguas doradas con flores; con los animales en sus pequeñas jaulas de bambú; con las banderas-guirnaldas de colores y con una enorme variedad de pistolitas, fusiles y metralletas de agua de Doremón, de Hello Kitty, de Ben Ten y de un etcétera infinito de los superhéroes infantiles.
Todo eso se vende. Se vende para vestir a las personas y a las casas de colores; se vende para tener algo nuevo que contenga la tierra para las phrasai, las torres y las pagodas de arena de los templos; se vende para colorear y perfumar de dorado el agua que bañará a los Budas; se vende para estar bien armado en las guerras de agua por las calles.
Y sin embargo, nada de esto se compra con el dinero que se usa cotidianamente; ni siquiera el dinero que sirve para comprar los pájaros, las ranas, las tortugas y las culebras con el único propósito de liberarlos en los templos y en los campos; tampoco el dinero para el perfume que teñirá de oro el agua con el que lavan las manos de los ancianos y los siete Budas correspondientes a los días de la semana; mucho menos el dinero que sirve para la tierra que la gente lanza a las torres construidas para que la gente pueda regresarle al templo el polvo que se lleva de él durante todo el año en las plantas de sus pies.
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