Una niña-de-siete años a punto de llorar porque descubre a su muñeca, la de la casita, en el barco pirata de su hermano.
La mamá la corta diciendo:
- Fui yo, fui yo, es que ayer para jugar bien, bien, bien con tu hermano me hacía falta una mujer entre tantos piratas barbudos y apestosos.
- Hhhhmmmmm bueno, pero que nunca sea ni la prisionera ni la sierva.
Y el niño-de-cinco-años:
- ¡Qué va! Yo la quería de
polena (mascarón de proa) pero ella quería estar en el timón o arriba, en la punta del palo mayor. Y mírala, ahí sigue.