Sunday, 11 December 2016

La vida de Emily Dickinson

Mi Vida había sido -un Fusil Cargado —
En Rincones —hasta el Día
que el Dueño pasó —identificado —
y Me llevó

Y ahora vagamos en Bosques Reales —
Y ahora Cazamos a la Cierva —
Y cada vez que hablo para él
Las Montañas responden de inmediato —

Y yo sonrío, tan luz cordial
en el resplandor del Valle —
Es como si la cara del Vesuvio
haya liberado su placer —

Y cuando en la Noche — Nuestro buen Día terminado —
Vigilo la Cabeza de Mi Maestro
Más bello que haber compartido 
la Profunda Almohada de Plumas de Pato

Para su Enemigo —soy su enemiga mortal—
Nada se mueve por la segunda vez —
en quien yo haya echado el Ojo Amarillo —
o un rotundo Pulgar —

Aunque yo pueda vivir más que él 
El durará más —que yo —
Porque yo solo tengo el poder de matar

Sin —el poder de morir —

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